
En 2015, el Manchester City sorprendió a todos al dar la oportunidad en el primer equipo del conjunto británico al delantero nigeriano Kelechi Iheanacho, que por aquel entonces era considerado como uno de los jugadores más prometedores del fútbol africano después de brillar con luz propia en las categorías inferiores del cuadro citizen, lo que hacía ilusionarse a los aficionados con la posibilidad de tener un crack mundial sin tener que invertir una gran cifra en su fichaje.
En su primer año, Iheanacho logró 14 goles y siete asistencias en 38 partidos, siendo una carta de presentación más que notable para un jugador que afrontaba su primer curso completo en la Premier League con 18 años, y que deja actuaciones que dejaban entrever la posible explosión de un jugador que lamentablemente con el paso del tiempo no ha llegado a ser todo lo grande que se esperaba.
Iheanacho, tras ir perdiendo poco a poco el protagonismo en el Manchester City, tomó la decisión en el verano de 2017 de abandonar el Etihad Stadium para probar suerte en el Leicester City, club en el que el ariete nigeriano parece haber recuperado parte del nivel exhibido en ese primer año en el cuadro citizen, todo ello en este último curso a las órdenes de Brendan Rodgers, que ha sabido sacar desde el banquillo la mejor versión de un Iheanacho que ha logrado un total de ocho goles y cuatro asistencias en los 18 partidos que ha disputado hasta la fecha.