
Johnny Cardoso se ha convertido en una de las piezas más codiciadas del mercado veraniego, y tanto el Real Betis como el Atlético de Madrid lo saben. El centrocampista estadounidense ha sido una de las sensaciones en el conjunto verdiblanco esta temporada, lo que ha despertado el interés del club rojiblanco. Sin embargo, lo que parecía una operación bien encaminada se ha ido enfriando debido a las diferencias económicas entre ambas entidades.
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Desde el Benito Villamarín tienen claro que no piensan desprenderse de una de sus joyas a cualquier precio. El Betis valora a Cardoso como un activo estratégico y ha puesto sobre la mesa una cifra cercana a los 40 millones de euros para abrir conversaciones serias. Mientras tanto, en las oficinas del Metropolitano consideran esa cantidad excesiva y ya habrían comenzado a explorar otras alternativas para reforzar la medular.
A pesar de que Diego Simeone ha dado el visto bueno al perfil del estadounidense y lo ve como una incorporación ideal para su esquema, la dirección deportiva no está dispuesta a romper su estructura salarial ni a comprometer sus finanzas por una operación que consideran fuera de mercado. Las negociaciones siguen abiertas, pero no avanzan al ritmo que muchos esperaban hace unas semanas.
El propio jugador, por ahora, mantiene la calma y se centra en su actual equipo, sabedor de que el interés de grandes clubes puede reactivarse en cualquier momento. Mientras tanto, el Real Betis no se mueve de su posición y apuesta por una postura firme para que, si llega el momento de dejar marchar a Cardoso, sea bajo condiciones que reflejen su importancia dentro del proyecto deportivo.