
El Atlético de Madrid ha perdido el control sobre el futuro de Theo Hernández. El contrato del prometedor lateral izquierdo, actualmente cedido al Deportivo Alavés, recoge una cláusula de rescisión de 24 millones de euros. Una cifra que resulta asequible no sólo para el Real Madrid, sino también para otros clubes europeos de primer nivel.
Hace un año, Theo no estaba en el escaparate. Ni siquiera en el escaparate del Atlético. Simplemente, destacaba con el equipo filial en Tercera División (cuarta categoría del fútbol español) y en la UEFA Youth League.
El FC Barcelona llamó a su puerta en verano. La libertad contractual de Theo Hernández valía seis millones de euros y el Atlético de Madrid renovó su contrato hasta junio de 2021, elevando su cláusula de rescisión a 24 millones.
Unos meses después, esta cláusula ha quedado desfasada ante el rendimiento del jugador francés en el Alavés. En su planificación de la temporada, el club rojiblanco no concedió a Theo la posibilidad de competir en el primer equipo pese a disponer de Filipe Luis como único lateral izquierdo nato de la plantilla. De hecho, Lucas Hernández, hermano de Theo, ha sido reubicado a la posición de lateral izquierdo en nueves partidos oficiales, dos de ellos correspondientes a la Liga de Campeones.
Theo era el relevo natural de Filipe Luis en el Atlético, del mismo modo que el Real Madrid le contempla ahora como un sustituto de Marcelo. A diferencia de lo que sucedió anteriormente con su hermano Lucas, el club rojiblanco no valoró a Theo en su justa medida.
La estructura de la plantilla permitía su incorporación para reforzar la posición de lateral izquierdo. Sin embargo, el Atlético le ofreció un año de aprendizaje en el Alavés. Le concedió la oportunidad de jugar habitualmente en Primera División, pero no en su equipo. Theo no recibió la confianza necesaria para dar el salto al Atleti y ahora demuestra que su valor de mercado es superior al de su cláusula de rescisión.
Estas circunstancias han dado lugar a un escenario muy diferente al del pasado verano. Theo ha irrumpido en el escaparate internacional, y además, es dueño de su futuro.