
Andreas Christensen no seguirá en el FC Barcelona la próxima temporada. Aunque su contrato se extiende hasta junio de 2026, el club ya le ha comunicado que no entra en los planes futuros, abriéndole la puerta a una salida inminente. La decisión no ha sido sencilla, ya que el nuevo técnico Hansi Flick valoraba positivamente al central danés. Sin embargo, la dirección deportiva, liderada por Deco, ha apostado con firmeza por otros perfiles, dejando sin espacio al exjugador del Chelsea.
El centro de la zaga azulgrana está más que cubierto. Pau Cubarsí e Íñigo Martínez se han consolidado como los titulares en la recta final del curso, mientras que Ronald Araújo, pese a un papel más discreto este año, es considerado intransferible. A ellos se suman Eric García, cuya versatilidad ha sido clave, y Jules Koundé, que también puede desempeñarse como central. Incluso el joven Sergi Domínguez, del filial, tendrá un rol más relevante en la próxima campaña.
El salario de Christensen es muy elevado r3td
Ante este exceso de opciones, según cuenta el diario AS, el Barça ha tomado la determinación de liberar espacio en la plantilla y reducir masa salarial. Christensen, que percibe unos 9 millones brutos por temporada, representa una buena oportunidad de venta, especialmente porque llegó libre en 2022 y su traspaso supondría beneficio limpio para las arcas del club.
Las lesiones han sido un lastre continuo para el defensor escandinavo, que solo ha podido disputar 80 encuentros en tres años. Ahora, su futuro podría estar en Arabia Saudí, donde el Al Nassr ha mostrado interés. Aunque su salida dependerá de la oferta que reciba, lo cierto es que en el nuevo proyecto de Flick, no hay sitio para Christensen. El Barça necesita aligerar plantilla, y el danés es el primer nombre en la rampa de salida.