
La Real Sociedad vive días de inquietud y desconcierto tras confirmarse la salida de Imanol Alguacil al término de la temporada. El técnico oriotarra, figura querida y símbolo de una etapa de estabilidad, ha optado por dar un paso al costado luego de un año irregular tanto en LaLiga como en competiciones europeas. Solo la buena campaña en la Copa del Rey, donde los txuri-urdines llegaron hasta semifinales, sirvió de bálsamo a una afición que esperaba mucho más. El adiós de Imanol ha dejado una huella profunda y ha abierto un debate sobre el rumbo que tomará el club.
Decepción en las gradas de Anoeta 4r6x22
Con su marcha, comenzaron a circular nombres de alto perfil que ilusionaron a la grada: Julen Lopetegui, con su experiencia internacional; Jagoba Arrasate, conocedor del club y del fútbol vasco; o incluso Xabi Alonso, una figura icónica con creciente reputación en los banquillos. La expectativa era alta, alimentada por la esperanza de que el relevo supusiera un nuevo impulso competitivo. En cambio, la directiva tomó una decisión inesperada: apostar por Sergio Francisco, actual técnico del Sanse, como nuevo entrenador del primer equipo.
Este movimiento ha generado una ola de escepticismo entre los seguidores. Muchos consideran que el paso dado por el club representa una falta de ambición, sobre todo después de una campaña que pedía una reacción clara. Aunque Francisco ha hecho un trabajo destacable con el filial, su salto al banquillo del primer equipo no ha sido recibido con entusiasmo. Las redes sociales se han llenado de críticas y dudas sobre su capacidad para liderar un proyecto de primer nivel en una entidad que aspira a consolidarse en la élite.
Los aficionados, dolidos por la salida de un referente como Imanol y sorprendidos por una elección que perciben como continuista y arriesgada, sienten que el club ha desaprovechado la oportunidad de ilusionar con un nuevo ciclo. La esperanza ahora reside en que Sergio Francisco logre revertir ese sentimiento desde el primer día.